A QUÉ LLAMAMOS CONTROL DE ESFÍNTERES

Entendemos por ello el tiempo que cada niño y niña va a necesitar desde que percibe que el pis y las cacas que hay en su pañal son un producto de su cuerpo, hasta que decide retenerlos y/o expulsarlos de forma voluntaria.

VOLUNTARIO significa que son ellos y ellas los que perciben que quieren eliminar y quienes van a regular sus necesidades. Poco tiene que ver con nuestra actitud de adelantarnos a su necesidad y pillarles antes de que empiece a funcionar el acto reflejo.

PROCESO significa el tiempo. Tiempo que les va a llevar a darse cuenta y ejercitarse en algunas cuestiones que hasta ahora no tenían importancia para ellos.

Es importante reconocer que existen diferencias individuales que hacen imposible una educación uniforme para todos los niños y niñas. Existen unas pautas generales, que tendremos que ir adecuando a cada uno en particular.

El papel de la familia y el de la escuela, no consiste en enseñar, sino en observar y reconocer cuándo están preparados e ir graduando poco a poco los pasos a ir dando.

CÓMO VAMOS A INTERVENIR

1º TENIENDO EN CUENTA SI LOS NIÑOS Y NIÑAS ESTÁN MADUROS PARA INICIAR.

Sus tiempos de retención, si se da una cierta regularidad o no en sus eliminaciones, sus sensibilidad mayor o menor frente a las sensaciones de retención o expulsión (pararse en la actividad, irse a un rincón…). No hay que olvidar qué tipo de sensaciones ha tenido el niño o la niña en su comportamiento al hacer pis o cacas desde pequeño. No es lo mismo para uno que ha sido muy estreñido que para otro que no lo ha sido.

2º FAMILIARIZARNOS CON LAS NORMAS CULTURALES.

Ofrecerles con normalidad si quieren hacer pis o cacas con el W.C. si aceptan adelante, aunque su respuesta no siempre sea la que queremos. Si no aceptan no hay que forzarles ni insistirles continuamente. Su resistencia puede ser por incomodidad, falta de equilibrio o por otras razones más sutiles.

3º SEGUIR ALGUNAS PAUTAS DE INICIO EN EL CONTROL DE ESFÍNTERES

El quitarse el pañal les va a ayudar a ser más sensibles al hecho de empezar a mojarse. Pero no olvidaremos que el pañal es algo muy íntimo.

Ser constantes y regulares. A veces jugamos en función de nuestros intereses y les despistamos. No se trata de tenerlos mucho tiempo sentados, como el que se dé regularidad en cuanto a horas y veces.

Ayudarles a interpretar sensaciones internas que van teniendo que unas veces nos comunican verbalmente y otras a través de su actitud corporal. En estos momentos tenemos que actuar con cuidado.

Reforzar siempre su disponibilidad, aunque su respuesta no siempre sea la adecuada. Es importante valorar nuestras circunstancias a la hora de iniciar el proceso de control de esfínteres y no nos cree dificultad el seguirlo adelante.

TODAS ESTAS PAUTAS NO DEJAN DE SER UN PLANTEAMIENTO TEÓRICO. En la realidad son más desordenados, están fluidos por muchas variables y tendremos que ir adecuándolas a cada situación en particular.

 

Los niños y niñas reaccionarán de manera diversa. Algunos lo conseguirán antes y otros más tarde. Y como en otros comportamientos de su desarrollo, NO TENDREMOS QUE COMPARAR. Cada uno es diferente, tienen su ritmo y sigue sus propias estrategias.

 

Nos encontraremos con niños y niñas que rápidamente integran el control, otros que se resisten y a los que tendremos que respetar para no fijar su rechazo. Algunos nos pedirán continuamente ir al baño, a otros les tendremos que recordar y habrá quien haya que desdramatizar por haberse mojado el pantalón.

 

EL CONTROL DE ESFÍNTERES ES UN HECHO MUY IMPORTANTE EN LA AUTONOMÍA DE NIÑOS Y NIÑAS Y POR TANTO EN SU REAFIRMACIÓN PERSONAL. En algún momento puede incluso que los niños y niñas lo utilicen como arma en la lucha de poder que a veces mantienen con los adultos.

 

Es un proceso importante y, como todo lo importante, es mejor tomarlo con tranquilidad.

 

Se inicie en casa o se inicie en la Escuela, es importante afrontarlo de forma conjunta y dentro de un ambiente de total normalidad.